Según la RAE, el término ‘adopción’ proviene de la ‘adopción’ latina y consiste en la acción a adoptar, es decir, «recibir como niño, con los requisitos y solemnidades establecidos por las leyes, lo cual no es naturalmente así. «La adopción implica renuncia a los padres biológicos y, por tanto, abandono.
Ese abandono y ese rechazo, supone una herida emocional a sanar, que, si no se sana, puede derivar en problemas emociones, conductuales e incluso actuaciones de riesgo que busquen evitar ese dolor emocional con daño físico (autolesiones).
El papel de las familias adoptivas es un gran desafío y a veces no cuentan con suficiente información y apoyo emocional que necesitan para hacer frente a la adopción con su hijo/hija.
Estas familias necesitan herramientas y pautas para acompañar a su hijo e hija adoptivo para elaborar e interiorizar una narrativa de vida que le ayudará a sanar su herida emocional. Numerosos estudios e investigaciones con personas adoptadas ponen de manifiesto beneficios en su desarrollo emocional e identidad siguiendo estas recomendaciones:
- Que la adopción no sea un tema tabú, sino que se adapte el lenguaje al momento evolutivo e inquietudes de nuestro hijo e hija.
- Ofrecer la oportunidad de conocer sus creencias, costumbres, cultura e incluso, su idioma (si no es la misma que la de su familia adoptiva) y, por tanto, poder desarrollar su identidad biológica.
- Recordad que vuestro papel no es tanto proporcionar información, sino ofrecer un entorno de escucha y comprensión.
- Apertura comunicativa y contexto sensible y tolerante a la hora de hablar del tema de la adopción.
- Validar las preocupaciones sobre las brechas en sus biografías.
- Facilitar el contacto con la familia biológica (si así lo demanda vuestro hijo(a). En la mayoría de ocasiones, no es tanto el contacto, sino la oportunidad de obtener información y perspectivas realistas de quienes eran sus padres biológicos.
El papel de las familias adoptivas es muy importante para proporcionan un sentido de seguridad y pertenencia y contribuir al derecho de los menores adoptados a tener una familia. Las familias adoptivas sois fundamentales para ayudar a los niños y niñas a comprender su adopción y a desarrollar una identidad saludable. Todo el mundo tiene derecho a conocer su historia.