La desconexión en periodos de vacaciones es importante pero no hay que olvidar, que si queremos que la vuelta al cole sea lo más liviana posible, hay que mantener ciertas rutinas que nos ayudarán a ello.

Trabajar objetivos con éxito en periodo vacacional es posible. Los padres disponéis de más tiempo, más descanso y vuestros peques están más receptivos a realizar actividades. Recordad que es muy importante proponer actividades atractivas, huyendo de situaciones que se vivan como deberes y obligaciones.

Desde la psicología os animamos a:

• Hacer una programación del periodo de vacaciones, con planificación a nivel semanal ydiaria donde puedan anticipar las actividades del día, momentos de trabajo y otrosmomentos lúdicos o planes familiares y/o con amigos.
• Ofrecer un margen de elección (no más de dos alternativas posibles) combinandoactividades elegidas por vosotros y por ellos. De esta forma, trabajamos la negociacióny flexibilidad cognitiva.
• Anticipar también el posible cambio de planes y dejar fijado cuándo se podrá hacer.Muchos peques piensan que si se cancela una actividad, no habrá opción de volverla ahacer.
• Abordar los conflictos una vez haya disminuido la intensidad de la emoción. Eliminar el“lo has hecho mal”. Especificar qué es hacerlo mal y cómo sería hacerlo bien. Animadlea que piense otras alternativas a su actuación y anticipar el comportamiento que seespera de él y las consecuencias que obtiene al llevar a cabo dicho comportamiento.

Desde la terapia ocupacional os animamos a:

• Mantener rutinas de “trabajo en mesa”. Como os decimos, la idea es que no lo asocien a hacer deberes, sino a dibujar o realizar actividades de su agrado con las que además fomenten su motricidad fina (manualidades, plastilina o arcilla, collares/pulseras…)
• Motivar a los peques a que vayan realizando con menores apoyos tareas como vestirse/desvestirse, ducharse, poner la mesa, abrocharse los zapatos, cortar o pelar frutas o verduras, etc.
• Desarrollar juegos sensoriales con diferentes texturas: agua, arena, recetas de repostería, jugar a las “cocinitas” con hojas, barro o restos de verduras, encontrar objetos escondidos dentro de bandejas de arroz, legumbres, harina, espuma de afeitar…
• Hacer trasvases (vaciar y llenar recipientes con agua, arena o cualquier otro elemento)

Desde la logopedia os animamos a:

• Ofrecer o aumentar alimentos más duros y crujientes que requieran un mayor esfuerzo en su musculatura oro-facial (bocadillos, trozos de manzana, zanahoria…)
• Lectura de cuentos para desarrollar el lenguaje (descripción de imágenes, personajes, acciones, preguntas de comprensión…)
• Aprovechar las comidas para hablar, contar y compartir momentos e inquietudes.
• Escuchar sus opiniones y tenerlas en cuenta para que ganen en seguridad y ayudarles a mejorar su intención comunicativa.